Casi un mes tardaron los delincuentes en planearlo. Lo hicieron ocupando una vivienda antigua situada a dos manzanas del banco en la calle Calderón de la Barca número 54, y ante la extrañeza de los vecinos los atracadores contaron que estaban reformando la casa. Con esta excusa y, de forma muy sigilosa, los asaltantes fueron perforando un agujero de 10 metros de altura y desde ahí el túnel que alcanzaría la cámara acorazada del banco y con un estricto horario laboral.
Una llamada de la empresa de seguridad alerto a la policía de que algo estaba ocurriendo en el interior del banco, al detectar las cámaras de seguridad una luz dentro de la oficina. Tantas horas de trabajo que, de poco les sirvieron, porque la policía los descubrió justo cuando estaban a punto de vaciar el depósito. Los asaltantes y según fuentes consultadas por este diario, iban a efectuar el robo este fin de semana ya que esta zona de la ciudad está prácticamente desierta.
Los agentes sospecha que los atracadores se encontraban en el interior del establecimiento y que alertados de la presencia policial por un cómplice que se encontraba en las inmediaciones del banco, emprendieron la huida utilizando el mismo túnel que habían excavado.
Ahora la fuerzas de seguridad recopila toda la información para encontrar a los delincuentes huidos. Está claro que se trata de auténticos profesionales del butrón, probablemente una banda organizada experta en este tipo de robos, que de no ver frustrado su intento, podrían haber perpetrado uno de los grandes golpes de la historia de nuestra ciudad, ya que dentro de la caja fuerte se encuentran cajas de seguridad, donde clientes del banco depositan dinero, joyas y otros objetos de gran valor.
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